Polyester 100 talla M grande con un sombrero de vaquero todo el dinero. Gasol recordó su noche más grande juntos, la del séptimo partido frente a los Boston Celtics de 2010, cuando ganaron su segundo anillo de campeones. Acaban de finalizar los play-off por el título y la temporada 2019-2020 de la NBA ya viene cargada de fichajes, si en la temporada pasada fue la llegada LeBron James a Los Angeles Lakers, este año se confirma otra mega estrella para la franquicia, Anthony Davis, lo que pone al equipo angelino como uno de los favoritos a ganar el anillo. El chico que escribe, lleva pidiendo la equipación de Kobe Bryant un año entero a sus padres, que por aquella época tenían una dura tarea de búsqueda, camiseta blanca lakers lebron porque no era algo sencillo. Nueve veces ha integrado el quinteto defensivo del año y en 11 formó parte del primer «cinco» de la NBA. El periodo de recuperación fue de nueve meses. Ya han pasado casi tres semanas desde que Kobe Bryant y su hija Gianna perdieran la vida, junto con otras siete personas, en un desgraciado accidente de helicóptero que convulsionó el mundo del deporte y de la sociedad en general por todo el mundo por la trascendencia de un deportista tan admirado.
En una encuesta anual de la NBA entre los general managers, Bryant terminó seleccionado en 2012 por décima temporada consecutiva como el jugador al que le darían el último tiro en un partido. Bryant era un partido debe ser dirigido por tres el anterior toma su nombre del gobierno francés. Casado con Vanessa Laine, de ascendencia mexicana, tuvieron tres hijas. James logra su cuarto anillo de campeón de la NBA con tres equipos diferentes después de haber ganado dos con los Heat, el tercero con los Cavaliers de Cleveland y el cuarto con los Lakers, tras haber disputado 10 Finales. La pareja se reconcilió en 2013 después de haber iniciado el proceso de divorcio en diciembre de 2011 por «diferencias irreconciliables». Volvió a jugar el 8 de diciembre de ese año, días después de renovar por dos temporadas. Ese séptimo partido frente a los Celtics, donde fue decisivo con 19 puntos y un último cuarto descomunal. Kobe Bean Bryant, con el pelo a lo afro y un vuelo con una plasticidad digna de su juego llegaba volando hacia mis retinas, pasaba por la cuenca de los ojos y posteriormente iba directa al cerebro, que lo procesaba, con tal energía, admiración y ambición, que la siguiente acción fue pasar las páginas buscando fotografías con esa camiseta amarilla y ese pelo tan molón.
Acabamos de cruzar la puerta del Ministerio del Tiempo (grandiosa serie española de ficción), hacia verano de 1998, acabas de ver a Michael Jordan ganar su sexto anillo de campeón de la NBA y escuchar a Andrés Montes y Antoni Daimiel narrar aquello como nadie jamás podría hacerlo mejor, tu tío, fanático de este deporte, te ha comprado un balón con el 23 por un lado y con la cara de un Michael Jordan que era proclamado en esos días como el mejor jugador de todos los tiempos y tú estas dispuesto a amar el baloncesto desde la primera clase del primer día de colegio, recién apuntado. El anuncio de James se hizo el domingo alrededor de las 8:45 pm (horario de la costa este). Camisetas de Lebron James de Space Jam Tune Squad, de los Lakers, negras amarillas y moradas y de los Cleveland Cavaliers. Y nosotros privados de un Bryant – James en las finales. Durante las finales de 2001 entre los Lakers y los 76ers de un Allen Iverson que tambien llamaba mucho la atención del pequeño, mi padre acudió a las olimpiadas de policías y bomberos en Indianápolis, haciendo escala en Philadelphia. Hubo guiño también para la comunidad latina a la que se metió en el bolsillo durante esos años, y para el entrenador que apostó por él, Phil Jackson.
En aquellas Navidades, tuve que conformarme con un muñeco que empezaba su andadura en su primera edición, todos lo vais a conocer, es de la marca McFarlane, y estuvo presente en mi escritorio durante más de una década. EL MUNDO con entusiasmo desde su asiento en primera fila, el mismo que ha ocupado desde 1999, cuando inauguraron el antiguo Staples Center. Por delante, una promesa: dedicar su vida «a hacer del mundo un lugar más sano y mejor». De su indiscutible e inmediata conexión en la cancha surgió una amistad que Bryant no le ofrecía a todo el mundo. » era el comienzo de una relación que a la postre duraría años y los que le quedan. El 29 de noviembre de 2015 anunció su retirada tras 20 años en los Lakers. Como estaba previsto, su camiseta retirada quedará instalada en todo lo alto del pabellón angelino junto a los dos números que retiraron los Lakers de su «hermano» en la pista y en la vida: Kobe Bryant. Y por lograr, los dos oros olímpicos que se le escaparon frente a EEUU, los dos con su «hermano» Bryant como rival en la final.